jueves, 18 de septiembre de 2008

Viernes 19/9 en Buenos Aires



Sabado 20/9 en ROSARIO..

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Jueves 18/9..

domingo, 14 de septiembre de 2008

Se fue de gira para siempre, Rolando "El Chivo"Valladares. Procer del Folklore...


Una vidala lo llevó lejos. Tal vez a un monte donde el canto de los pájaros se vuelve eterno. Rolando "Chivo" Valladares partió de la vida hoy (viernes 12/9), cuando aún maduraba un vino lento en sus sueños.
"Nunca busqué la gloria ni los honores. Lo que he hecho lo hice porque lo sentí. Yo creo que el que compone música es como un médium. De golpe, un espíritu lo posee y el compositor deja de ser él para transformarse en otro", afirmaba el compositor más destacado de la música popular que dio Tucumán. En la calle Monteagudo 82 arrojó sus primeros acordes a la vida.
Era el 10 de marzo de 1918. Don Delfín, su padre, oficiaba de poeta, escribano y cantor. "El tocaba la guitarra y era poeta. Yo lo escuchaba con unción. Tenía una cosa muy hermosa que subyugaba: era la forma en que decía sus versos y del mismo modo expresaba el canto. Tal vez esa expresión que doy a mis cosas es la herencia que me dejó, ese erizamiento infantil que fue creciendo conmigo". Leda, la hermana menor, ensanchaba las tardes con su piano y por la casa también danzaban los duendes de Ariel Ramírez, Adolfo Abalos y el "Mono" Villegas, visitantes de don Delfín.
En 1941, el "Chivo" con Fernando Portal y Octavio Corvalán, bajo el ropaje del Trío Ollantay, desembarcaron en LR3 de Buenos Aires. El promisorio debut y la perspectiva de afincarse allí, hizo retroceder a uno de sus integrantes y el terceto se volvió al pago. Al despuntar esa década el Valladares abrió su corazón con la vidala "Lejos" y siguió componiendo hasta casi el final de sus días.
Una cosecha "Mi música es una cosecha emocional del paisaje, es mi vida a través del canto y sobre todo Tucumán, que lo quiero tanto", solía decir. "El hombre vive una identificación del paisaje y su transformación cambia la concepción de vida. Por lo tanto, la música debe cambiar de una generación a otra. Me alejé de las cosas tradicionales cuando conocí a Manuel Castilla y a Raúl Galán. Vi que había una identidad y empecé a poner música a sus poemas. De modo que la zamba ya no era sólo una danza, pasó a tener una atracción que nace de sus mensajes y que requiere del que la escucha, meditación. La música debe ser un compromiso del artista con sus emociones más íntimas; si no la siente se está mandando la parte", agregaba.
Su obra está compuesta por más de un centenar de canciones en diferentes estilos. Muchas de ellas fueron hechas en colaboración con destacados poetas, también del NOA, de la talla de Castilla, Galán, Abel Mónico Saravia, Eduardo Falú, José Augusto Moreno, Juanjo Agüero, Osvaldo Costello, Manuel Serrano Pérez, Pepe Núñez, Arturo Alvarez Sosa, Néstor Soria, Roberto Espinosa, Rubén Cruz, Luis Sánchez Vera, Mario Busignani y otros de reconocida labor.
El machimbre "El folclore es el basamento de las cosas. Es para mí sabor de tonada, paisaje, pero no sujeto al ritmo. Lo más importante es el entrelazamiento del poema con la música. Es lo que llamo machimbre. Yo me libero naturalmente y es el poema el que me dicta la ruta que debo trazar musicalmente. Soy enemigo de escaparme del paisaje. Hago zambas, vidalas o canciones. La chacarera está fuera de mi temperamento", afirmaba.
Con el "Pato" Gentilini y Eduardo Cerúsico, ambos pianistas y compositores, Valladares anudó una amistad imperecedera. Su obra más famosa, la vidala "Subo", fue grabada por el conjunto "Los Incas" para ser empleada como banda sonora de la película francesa "El cadáver en el desván". Muchos notables artistas, como Mercedes Sosa, registraron esa y otras piezas notables de su producción.
El respeto "La música es para mí una cosa muy seria, no es un acto social más. Cada canción merece un respeto porque es un mensaje y si el mensaje se rompe, se rompe la canción. El cantor tiene que vivir la canción. Estoy muy satisfecho con mi obra. Lo que más lamento es no haber podido difundir mis cosas", decía Rolando Valladares. Su alma machimbrada en una vidala ha salido a volar hoy por los horizontes del viento.


La Gaceta de Tucumán